jueves, 8 de junio de 2017

Si tengo fe, ¿puedo hacer más milagros que Jesús?

Por Dr. Augustus Nicodemus Lopes

12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. (Juan 14:12).

Jesús hizo esta promesa a sus discípulos la noche en que fue traicionado, antes de ir con ellos a Getsemaní, durante la cena en que instituyó la Cena del Señor. El Señor habló de que iría al Padre a preparar lugar para sus discípulos (Jn 14,1-4), y enseguida explicó cómo llegarían allí (14.5-6). En respuesta a la petición de Felipe para que les mostrara al Padre, Jesús explica que Él está de tal forma unido al Padre, que verlo es ver al Padre (14.7-9). Y como prueba de que Él está en el Padre y el Padre está en Él, Jesús apunta a las obras que realizó (14.10-11). A continuación, hace esta promesa, "El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre." (14.12). 

Este dicho de Jesús es difícil porque parece prometer que sus discípulos serían capaces de realizar los milagros que él hizo, e incluso mayores, si sólo creyeran en Él -y por lo que leemos en el libro de Hechos y en la historia de la Iglesia, esta promesa no parece cumplirse. Comprender el verdadero sentido de este pasaje se ha vuelto aún más crucial porque ha sido utilizado, después del surgimiento del movimiento pentecostal y sus consecuencias, para defender las modernas manifestaciones milagrosas, iguales y mayores que las efectuadas por el mismo Jesucristo.

Hay dos intentos principales de interpretar este dicho de Jesús:

1. Las "obras" son los milagros físicos realizados por Jesús 

La interpretación popular y más común, aceptada por la mayoría de los evangélicos en Brasil (esta mayoría, a su vez, está compuesta en su mayor parte por pentecostales y neopentecostales), es que Jesús realmente prometió que sus discípulos serían capaces de realizar los mismos milagros que Él realizó, e incluso mayores. Es importante notar que muchos miembros de iglesias históricas, como presbiterianos, bautistas, congregaciones y episcopales, entre otros, también han sido influenciados por este punto de vista. En esta interpretación, la palabra "obras" es entendida exclusivamente como refiriéndose a los milagros físicos que Jesús realizó, como curas, exorcismos y resurrección de muertos. Los adeptos de esta interpretación entienden que existen hoy pastores, obreros y creyentes con capacidad para realizar los mismos milagros de Jesús - e incluso mayores. Defienden que las curas, visiones, revelaciones y otras actividades milagrosas están sucediendo en el seno de ciertas iglesias en los días de hoy, exactamente cómo sucedieron en los días de Jesús y de los apóstoles. Y de esta perspectiva, si una iglesia evangélica no realiza estas señales y prodigios, significa que ella es fría, muerta, sin fe viva en Jesús.

A pesar de que esta interpretación parece piadosa y llena de fe (y es por esto que muchos la aceptan), tiene algunas dificultades obvias. Primero, a pesar de los milagros que realizaron, ni los apóstoles, que fueron los cristianos más cercanos a esta promesa, parecen haber superado a los de Jesús, en número y en naturaleza. Jesús caminó sobre las aguas, transformó agua en vino, calmó tempestades y sus curaciones, según los Evangelios, alcanzaron a multitudes. No nos parece que los apóstoles, como vemos en el libro de los Hechos, superaran al Maestro en este punto. Segundo, la historia de la Iglesia no registra, después del período apostólico, la existencia de hombres que tuvieran los mismos dones milagrosos de los apóstoles y que hayan realizado milagros al menos parecidos a los de Jesús. En realidad, los grandes hombres de Dios en la historia de la Iglesia nunca realizaron hechos milagrosos de este tipo, como Agustín, Lutero, Wycliffe, Calvino, Bunyan, Spurgeon, Moody, Lloyd-Jones, y muchos otros. Los predicadores pentecostales que afirman ser capaces de realizar milagros semejantes, y aún mayores, no tienen un ministerio de sanación y milagros consistente y/o al menos semejantes a los de Jesús. El famoso John Wimber, uno de los mayores defensores de las curaciones modernas, murió de cáncer en la garganta. Antes de morir, confesó que nunca logró curar a un niño con problemas mentales, y no conocía a nadie que lo hubiera hecho. Los cultos de curación de ciertas iglesias neopentecostales alegan milagros que son de difícil comprobación. En tercer lugar, esta interpretación deja sin explicación el resto de la frase de Jesús: "el que cree en mí hará también las obras que yo hago y otras mayores hará, porque yo voy al Padre" (14.12). Por último, esta interpretación implica que los cristianos que no hicieron los mismos milagros que Jesús hizo no tuvieron fe suficiente, y así, coloca en la categoría de creyentes "fríos" los grandes figuras de la historia de la Iglesia y millones de cristianos que nunca resucitaron muertos o curado una enfermedad.

Aclaro que no estoy diciendo que Dios no haga milagros hoy. Creo que lo hace, sí. Creo que Él es poderoso para actuar de forma sobrenatural en este mundo y que Él lo hace constantemente. Lo que estoy cuestionando es la interpretación de este pasaje que afirma que si tenemos fe, haremos milagros mayores que aquellos realizados por Jesús.

2. Las "obras" se refieren al avance del Reino de Dios en el mundo

La otra interpretación entiende que Jesús se refería a la obra de salvación de pecadores, en la que, obviamente, milagros podrían ocurrir. Los principales argumentos a favor de esta interpretación son: 

A. La expresión "quien cree en mí" es usada consistentemente en el Evangelio de Juan para referirse al creyente en general, en contraste con el mundo que no cree. Examine los siguientes pasajes: 

• Jn 6:35 Les declaró, pues, Jesús: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí jamás tendrá hambre; Y el que cree en mí no tendrá sed jamás.
• Jn 6:47 de cierto, de cierto os digo: el que cree en mí tiene vida eterna.
• Jn 11: 25-26 Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque este muerto, vivirá; Y todo el que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
• Juan 12:46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.

Está claro por los pasajes anteriores que aquellos que creen en Jesús son los creyentes en general, y que la fe en cuestión es la fe salvadora. Por analogía, la expresión "quien cree en mí" en Juan 14.12 también se refiere a todo creyente, y no a aquellos que tendrían una fe tan fuerte que serían capaces de ejercer el mismo poder de Jesús en realizar milagros – ¡e incluso lo superarían! 

B. El término "obras" refiriéndose a las actividades de Jesús, es usado en el Evangelio de Juan para referirse a todo lo que Él hizo, según lo determinado por el Padre, para mostrar Su divinidad, para salvar a los pecadores y para glorificar al Padre. : Juan 4:34; 5: 20,36; 6: 28,29; 7: 3; 9: 3,4; 10: 25,32,33,37,38; 14: 10,11; 14:12; 15:24; 17: 4. El término "obras" no se refiere exclusivamente a los milagros de Jesús, aunque en algunas ocasiones los incluya. En el contexto del pasaje que estamos examinando, Jesús usa el término "obras" para referirse a las palabras que Él ha hablado: "¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os digo no las digo por mí mismo; sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras" (Jn 14.10). Es evidente, por lo tanto, que no se puede entender el término "obras" en Jn 14.12 como refiriéndose exclusivamente a los milagros físicos realizados por Jesús. El término es mucho más amplio y se refiere a toda su actividad terrenal realizada con el fin de salvar pecadores: palabras, actitudes y, sin duda, milagros.

C. La frase "porque voy al Padre" proporciona la clave para entender este dicho difícil. Mientras Jesús estaba en este mundo, su acción salvadora estaba limitada por su presencia física. Su regreso a la presencia del Padre significaba la expansión ilimitada del Reino por el mundo a través del trabajo de los discípulos, comenzando en Jerusalén y hasta los confines de la tierra. Como vimos, las "obras" que él realizó no se limitaban sólo a los milagros físicos, sino que incluían la influencia de los mismos en las personas y en la predicación del Reino efectuada por Jesús. Estas obras, sin embargo, estaban limitadas por su presencia física en un solo lugar al mismo tiempo. Las "obras mayores" a ser realizadas por los que creen deben ser entendidas desde este punto de vista: los discípulos, a través de la predicación de la Palabra en todo el mundo, superaron en mucho el área de actuación e influencia del Señor Jesús, cuando estaba encarnado.

La adopción de la interpretación anterior no quiere decir que los milagros no suceden más hoy. Estoy convencido de que suceden y que están implícitos en este dicho del Señor Jesús. Sin embargo, ocurren como parte de la obra de expansión del Reino, que es la obra mayor realizada por la Iglesia. 

El dicho de Jesús, por lo tanto, no está prometiendo que cualquier creyente que tenga fe suficiente será capaz de realizar los mismos milagros que Jesús realizó y aún mayores - la Escritura, la Historia y la realidad cotidiana están ahí para desafiar esta interpretación – sino que La Iglesia sería capaz de avanzar el Reino de Dios de una forma que en mucho superaría lo que Jesús hizo en su ministerio terrenal. Los milagros ciertamente estarían y están presentes, no como algo que siempre debe suceder, dependiendo de la fe de algunos, y no por manos de supuestos apóstoles y obreros super-poderosos, sino como respuesta del Cristo exaltado y glorificado a las oraciones de su pueblo.

Fuente: http://tempora-mores.blogspot.mx/2012/08/se-eu-tiver-fe-poderei-fazer-mais.html

Traducción: AI. Lenin MDS

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